¿Por qué debemos meditar los hombres y mujeres de esta nueva y extraña época? En estos tiempos donde todo es confuso, todo se entremezcla y la angustia se enseñorea sobre el planeta como un aceite corrosivo sobre el cielo aúrico. Son estos tiempos, de incertidumbre, de falta de fe y devoción, en donde más debemos apelar a la oración y a la meditación, para volver a encender la que en otro tiempo fue una enorme llama a la que Sabios y Maestros de todos los tiempos y de todas las épocas, apelaron para acercarnos y guiarnos hacia el Todo.
La meditación o la oración, a través del uso de un Japa Mala, rosario budista o Yapa Mala Tibetano, tiene el objetivo de encontrar el equilibro mental y la conexión con el Todo, con el Espíritu del Universo, con tu propio Poder Superior. Más importante que la idea o concepción que tengas de tu propia Divinidad es importante tu intención, la constancia y fortaleza que le imprimas a tus peticiones.
En los apartados de ¿Qué es un Rosario Tibetano? y ¿Cómo usar un Japa Mala? podrás comprender un poco sobre el uso de este artefacto sagrado y sobre los diversos Mantrams que se pueden utilizar para alcanzar tu propósito en la vida.
El modo de usar el Japa Mala es sostenerlo en tu mano derecha y pasar cada cuenta utilizando los dedos pulgar e índice de tu mano izquierda. ¿Por qué de esta manera? Bueno, hay muchas interpretaciones como escuelas budistas y tibetanas que dan sus puntos de vista sobre el particular. Pero la idea más aceptada es que corresponde al paso del sol de Oriente y a su puesta en Occidente. Considerando el cuerpo humano como una rosa de los vientos, en donde nuestra cabeza sería el Norte, nuestros pies el Sur, nuestro brazo derecho el Oriente y nuestro brazo izquierdo el Oeste (siempre que consideremos nuestro cuerpo desde dentro). El alumbramiento del sol en las mañanas correspondería con el cántico de cada cuenta del Mantram que estés recitando en ese momento.
La mayoría de Yapa Malas se componen de 108 cuentas y una cuenta grande que se denomina la cuenta Gurú o del Monte Meru, que es a la que llegas cuando has terminado la recitación del Mantram de tu predilección. Esta cuenta gurú también tiene varios significados pero no nos detendremos en su explicación pues es muy larga. Simplemente diremos que sirve para tener una cuenta de cada vuelta de 108 contados de recitación.
Este es a grandes rasgos el uso de un collar de yapa mala de 108 cuentas para la recitación de un Mantram u oración. No sólo se puede usar para recitar un Mantram también se utiliza para una petición, una letanía o un simple gracias, dirigiendo tu atención y tu energía a la Divinidad o a Dios como tu lo concibas, siempre repitiendo la palabra mental o en susurros, 108 veces.
Como decía al principio, estamos entrando en un espacio temporal extraño para muchos, pues simultáneamente confluyen muchas tendencias a nivel mundial que parecen un entremasijo caótico. Así como hay una inclinación hacia la unidad, hacia la mancomunidad y la solidaridad entre los seres humanos, al mismo tiempo también surgen los sentimientos negativos de separatismo, egoísmo, de racismo, de crueldad y en general de todas las pasiones que quieren separarnos de los demás, y apartarnos del TODO. Esto genera una tensión emocional a nivel individual difícil de digerir. Por esto, desde esta página Japa Mala Budista, hacemos un firme llamado a combatir estas influencias negativas que se yerguen sobre el mundo (pero que han salido de él, queramoslo o no aceptar), acudiendo a la Meditación, a la Oración. No importa de qué religión o a qué credo pertenezcas, hoy más que nunca, se requiere que más y más personas apelen a su devoción y oren sinceramente, y con buena Voluntad, a Dios. Es verdad que se necesita un milagro para que la Tierra vuelva a prosperar. Se avecinan grandes cataclismos terrestres, erupciones volcánicas, más temibles huracanes. La rueda del Karma se está moviendo con una velocidad nunca antes vista.
Los Maestros de todas las órdenes secretas del mundo (en realidad son únicamente Siete) hacen el llamado a orar, a meditar por la Humanidad doliente. No es suficiente con el número de personas que lo están haciendo en este momento, desde cualquier lugar del mundo, se necesitan más operarios, pues el hombre, la totalidad de los hombres y mujeres están bajo un gran peligro y ni siquiera se dan por enterados. La espada de Damócles oscila cada minuto, cada segundo, más bajo sobre el inerme y desprevenido cuello de los hombres.
Es por ello necesario informar de la verdad a todo el que tenga oidos para escuchar y ojos para ver. Porque la mayoría de personas piensan, por ejemplo, que lo que hacen esos monjes ataviados con vestimentas rojas y naranjas y algunos con sus capacetes también naranjas y rojos, en las inmediaciones del Himalaya y el Nepal, con sus cabezas rapadas, en permanente actitud contemplativa, no son más que insignificantes religiosos dedicados nada más que a repetir letanías incomprensibles. De ninguna manera. De no ser por lo que hacen esos lamas en aquella región del mundo, de no ser por esas personas de todo el mundo, que sacrifican sus placeres carnales y dedican su vida entera a la meditación, de no ser por esos contemplativos de todo el mundo, que con sus oraciones diarias, con sus sacrificios, con sus obras, hacen que se retarde un poco lo que debe ocurrirle al mundo.
Los grandes Maestros del mundo invisible también trabajan en secreto para que la humanidad tome consciencia. Pero aún así no es suficiente. Se necesita más. Por eso ora, medita, al menos una vez al día, es necesario para salvar esta gota de arena en la inmensidad del Universo, que se ve abocada a la obstinación, al egoísmo. Lo que nos está dicienco este cambio de época es que debemos cambiar, salir de nosotros mismos y ayudar al prójimo. El amor es la Gran Ley que debemos comprender, practicar, hacerla una realidad. Es el Amor el que dará lo necesario para que se de el milagro que salve a la Tierra, o parte de ella, en esta hora crepuscular de la historia.
Maestro Garuda
Mensaje para la Humanidad
Como decía al principio, estamos entrando en un espacio temporal extraño para muchos, pues simultáneamente confluyen muchas tendencias a nivel mundial que parecen un entremasijo caótico. Así como hay una inclinación hacia la unidad, hacia la mancomunidad y la solidaridad entre los seres humanos, al mismo tiempo también surgen los sentimientos negativos de separatismo, egoísmo, de racismo, de crueldad y en general de todas las pasiones que quieren separarnos de los demás, y apartarnos del TODO. Esto genera una tensión emocional a nivel individual difícil de digerir. Por esto, desde esta página Japa Mala Budista, hacemos un firme llamado a combatir estas influencias negativas que se yerguen sobre el mundo (pero que han salido de él, queramoslo o no aceptar), acudiendo a la Meditación, a la Oración. No importa de qué religión o a qué credo pertenezcas, hoy más que nunca, se requiere que más y más personas apelen a su devoción y oren sinceramente, y con buena Voluntad, a Dios. Es verdad que se necesita un milagro para que la Tierra vuelva a prosperar. Se avecinan grandes cataclismos terrestres, erupciones volcánicas, más temibles huracanes. La rueda del Karma se está moviendo con una velocidad nunca antes vista.
Los Maestros de todas las órdenes secretas del mundo (en realidad son únicamente Siete) hacen el llamado a orar, a meditar por la Humanidad doliente. No es suficiente con el número de personas que lo están haciendo en este momento, desde cualquier lugar del mundo, se necesitan más operarios, pues el hombre, la totalidad de los hombres y mujeres están bajo un gran peligro y ni siquiera se dan por enterados. La espada de Damócles oscila cada minuto, cada segundo, más bajo sobre el inerme y desprevenido cuello de los hombres.
Es por ello necesario informar de la verdad a todo el que tenga oidos para escuchar y ojos para ver. Porque la mayoría de personas piensan, por ejemplo, que lo que hacen esos monjes ataviados con vestimentas rojas y naranjas y algunos con sus capacetes también naranjas y rojos, en las inmediaciones del Himalaya y el Nepal, con sus cabezas rapadas, en permanente actitud contemplativa, no son más que insignificantes religiosos dedicados nada más que a repetir letanías incomprensibles. De ninguna manera. De no ser por lo que hacen esos lamas en aquella región del mundo, de no ser por esas personas de todo el mundo, que sacrifican sus placeres carnales y dedican su vida entera a la meditación, de no ser por esos contemplativos de todo el mundo, que con sus oraciones diarias, con sus sacrificios, con sus obras, hacen que se retarde un poco lo que debe ocurrirle al mundo.
Los grandes Maestros del mundo invisible también trabajan en secreto para que la humanidad tome consciencia. Pero aún así no es suficiente. Se necesita más. Por eso ora, medita, al menos una vez al día, es necesario para salvar esta gota de arena en la inmensidad del Universo, que se ve abocada a la obstinación, al egoísmo. Lo que nos está dicienco este cambio de época es que debemos cambiar, salir de nosotros mismos y ayudar al prójimo. El amor es la Gran Ley que debemos comprender, practicar, hacerla una realidad. Es el Amor el que dará lo necesario para que se de el milagro que salve a la Tierra, o parte de ella, en esta hora crepuscular de la historia.
Maestro Garuda
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